Introducción a la energía solar fotovoltaica
La energía solar fotovoltaica, se basa en la captación de energía solar y su transformación en energía eléctrica en las celdas fotovoltaicas mediante el efecto fotoeléctrico.
Las celdas fotovoltaicas están hechas de láminas de silicio, un material semiconductor que al absorber los fotones que componen la luz solar, genera una corriente eléctrica. La celda cuenta con dos terminales que se conectan a un circuito externo para extraer la corriente eléctrica producida.
Los paneles solares están formados por varias celdas fotovoltaicas conectadas en serie para conseguir un voltaje adecuado a las aplicaciones eléctricas. La conversión de la energía solar a eléctrica se realiza de manera limpia, segura y directa.
La radiación solar puede llegar a la tierra de manera directa o difusa cuando es reflejada o refractada por los diversos fenómenos atmosféricos. Los módulos fotovoltaicos admiten tanto radiación directa como difusa, pudiendo generar energía eléctrica incluso en días nublados.
Las aplicaciones de la energía solar fotovoltaica son múltiples:
Sistemas conectados a la red, sistemas aislados donde no llega la red eléctrica convencional, alumbrado público, bombeo de agua, señalización y comunicaciones, repetidores y emisores de radio, televisión y telefonía, estaciones de tomas de datos, dispositivos de señalización y alarma, etc.